Lo primero que hago cuando llego a casa después de correr suele ser darme una ducha y cambiarme de chandals, y luego tirar la ropa de gimnasia mojada y maloliente al cesto de la ropa sucia.
Pero este es probablemente uno de los errores más comunes que se cometen al lavar y limpiar la ropa para correr. Estos errores a menudo aumentan las posibilidades de que tus pantalones cortos, mallas, mallas y sujetadores deportivos queden obsoletos, especialmente los fabricados con materiales sintéticos de alto rendimiento.
No leer las etiquetas de la ropa antes de limpiar
Los fabricantes de equipos escribirán información importante en pequeñas etiquetas de la ropa, por lo que lo primero antes de limpiar es leer estas etiquetas. Muchas etiquetas pueden contener recordatorios como no utilizar una temperatura del agua demasiado alta, no utilizar lejía, etc., por lo que el primer paso a comprobar es muy importante. Algunos materiales con alto contenido de fibra no son adecuados para lavar con agua caliente, de lo contrario se dañarán las fibras de nailon o látex que contienen. Lo mejor es agua tibia; si la temperatura del agua es demasiado alta, dañará la ropa.
Lavar después de unos días de acumulación
Las condiciones húmedas son ideales para que crezcan bacterias malolientes en la ropa, pero el verdadero culpable es la humedad transportada por el sudor, que estimula la multiplicación de los microbios. Cuanto más crecen estos microorganismos, más olor producen.
Apilar la ropa mojada es lo peor que puedes hacer cuando se trata de ropa deportiva, y el olor empeorará con el tiempo. En otras palabras, es fácil encontrar que tu equipo deportivo siempre huele mal sin importar cómo lo laves.
Si te apresuras a ir a trabajar después de correr y no tienes tiempo para lavarlo a tiempo, aquí tienes una sencilla medida preventiva: cuelga el equipo empapado inmediatamente después de correr. Después de que esté seco, puedes ponerlo en el cesto de la ropa sucia cuando volver del trabajo., y lavarlos juntos después de acumular una cierta cantidad. Aunque puede resultar molesto tener que colgar el equipo cuando estás cansado, te ayudará a mantenerlo libre de olores.
No se recomienda utilizar secadora
Algunas prendas deportivas pueden resultar dañadas por la secadora, especialmente a temperaturas más altas, lo que puede dañar las fibras sintéticas. Al mismo tiempo, las secadoras también pueden hacer que la ropa se encoja, lo que acaba con los costosos sujetadores deportivos y pantalones para correr. Cuando la ropa reduce la elasticidad y los pantalones ya no son ajustados, el rendimiento deportivo disminuirá.
La ropa con bolsillos y cremalleras tampoco queda bien en la secadora. Usar una secadora puede dejar fácilmente bacterias en la ropa, lo que puede hacer que huela como si no hubiera sido lavada. Los expertos recomiendan encarecidamente utilizar métodos naturales de secado al sol siempre que sea posible para mantener la salud, el rendimiento y la longevidad de su ropa. Si necesitas secarla inmediatamente como último recurso, se recomienda colocar un ventilador al lado de la secadora para evitar que la temperatura sea demasiado alta.
Además, su estilo y moda actual permiten que se utilice tanto para hacer ejercicio como para uso diario. La elección de la ropa deportiva adecuada puede mejorar la experiencia deportiva, aumentar la autoconfianza y motivación, y brindar un mayor disfrute durante la práctica de actividades físicas.